"Fair game" con Naomi Watts y Sean Penn


Un hecho de la vida real durante la administración del presidente George W. Bush. Valerie Plame es una agente de la CIA, encargada de investigar las supuestas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein. El esposo de Plame, un ex embajador en Africa, decide ayudar a la CIA en esta investigación para llegar a una terrible conclusión: Saddam no tiene dichas armas. Entonces, la Casa Blanca decide anunciar públicamente la filiación de Plame a la agencia secreta de inteligencia, lo que ocaciona un verdadero escándalo en Washington. 

Una película que tiene todos los ingredientes que me gustan: agencias secretas, política, historia, intrigas, y las maravillosas actuaciones de Naomi Watts y el veterano Sean Penn. No es una cinta aburrida como algunos han dicho, es una producción para aficionados a los hechos históricos contemporáneos. Una historia de la vida real, narrada de la mejor forma por el director Doug Liman (Mr and Mrs Smith, Bourne Identity).

No estoy de acuerdo con las críticas que afirman que esta cinta es monótona o alejada de la vida cotidiana, ya que narra -nada menos y nada más- el escándalo de las armas de destrucción masiva que dieron supuestamente lugar a la invasión a Irak. Posiblemente para los que viven en otro mundo, este hecho sea ajeno a sus superficiales vidas, pero para los que "nada de lo humano me es ajeno" esta cinta constituye un importante documento descriptivo de una terrible realidad que llevó a la guerra en Irak, donde murieron más de 4.000 soldados norteamericanos y más de 600.000 iraquíes. Esta película propone todo un debate sobre el papel de las agencias de inteligencia y las relaciones con la política de una forma muy real. 


Posiblemente la cinta no tiene más escenas de acción, como explosiones, disparos, o escenas de sexo, como a algunos les gusta; pero sí tiene una descarnada descripción de la investigación que llevó a cabo la CIA sobre las armas de destrucción masiva en Irak, y la publicación de la identidad de Valerie Plame como agente de este organismo secreto. 

Una buena película de denuncia, elaborada para aficionados a las cintas de espías, de política, y de historia contemporánea. No es una cinta clásica, pero tampoco es un petardo asfixiante, y tampoco es aburrida. En general me gustó. La actuación de Naomi Watts como la agente Valerie Plame es decorosa, y la aparición de Sean Penn en el rol del embajador Wilson también es muy digna. 

Mi calificación para esta película es de 3.9 sobre 5.0



 

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