Las novelas de Veronica
Roth se han convertido en un fenómeno de ventas increíble, su saga Divergente ha generado un gran impacto.
Beatrice –o Tris-,
interpretada por la actriz Shailene Woodley, no cuadra en ninguna de estas
facciones, es una divergente. Sin embargo, ella decide irse por el camino de la
Osadía. Esta decisión pondrá en peligro su vida.
George Orwell planteaba una
sociedad similar en la novela “1984”, el gobierno o “Gran Hermano” vigilaba con
extrema precaución a todos los ciudadanos para que no se salieran de la regla.
Aldous Huxley (quien murió el mismo día que J.F Kennedy) publicó su novela “Un
mundo feliz” en 1932, en ella también nos expone una sociedad dictatorial,
autoritaria, donde el régimen imperante planea con cuidado el nacimiento de los
nuevos habitantes. “Los juegos del hambre” de Suzanne Collins, también plantea
algo similar por el estilo de los anteriores: una sociedad sinárquica. Y hasta
yo mismo, en mi novela “Robots en índigo”, expongo la conformación de un
gobierno mundial en cabeza de una coalición cibernético-humana.
No he leído las novelas de
Roth (no sé si lo haga, uno nunca sabe), sin embargo, estas adaptaciones
cinematográficas siempre dejan la sensación de insatisfacción. No porque sean
malas, sino porque en dos horas tratan de contar lo que se ha hecho en
cuatrocientas o quinientas páginas de un texto literario.
“Divergente” me atrapó, es
cierto, la historia es atractiva. Ver cómo martirizan en un entrenamiento
absurdo a una hermosa muchacha, raya con lo aberrado; empero, y no lo digo
porque yo sea un depravado, pero la niña Woodley es muy hermosa, y ese cuasi-entrenamiento
militar resalta sus atributos. Creo que me expliqué.
La historia es algo
rebuscada, obviamente, todas las narraciones sobre utopías políticas son
inverosímiles, y catastróficas, porque exponen la pérdida de la libertad humana,
la mayoría de las veces. Parece como si los escritores (y allí me incluyo yo)
gozáramos con el dolor de los personajes, al verse envueltos en un mundo
dictatorial totalitario. A mí me parece mucho más atractivo, ver a esos
personajes luchando por la libertad, y exponiendo el inquebrantable espíritu de
superación en el hombre.
Yo me creo un divergente
(no cazo en ningún etiquetage), y
creo que todos los hombres somos divergentes, sin embargo, la sociedad trata de
ponernos una marca, de encuadrarnos en un rango de comportamiento, de
encasillarnos, para poder manipularnos con propósitos de explotación, que es lo
peligroso de todo este cuento.
Los efectos visuales de la
película no son tan espectaculares, pero hay colorido, pruebas extremas, humor,
romance; y la señorita Woodley que constituye por lo menos el 50% del atractivo
total de la película. Esto, en lo que atañe al gusto masculino, no sé qué dirán
las damas; aunque para ellas también hay de dónde deleitarse, porque el
compañero de romance de Tris es el actor Theo James que hace el papel de Four.
¿En cuál facción te
colocarías tú? Yo me quedé pensando en toda película sobre esto. No me gustan
las pruebas extremas por lo tanto en Osadía no. En Abnegación son como muy
aburridos. En Sinceridad, creo que no sé qué hacen, por lo tanto no. En
Cordialidad ya estuve en el colegio, cuando escogí la vocacional de agricultura
y planté matas de maíz, y de papa; por esto tampoco. Yo me inscribiría en
Erudición, por lo ñoño que soy.
Una película que toca ver,
sobre todo a los que les gusta plantearse las utopías políticas, los extremos
filosóficos, y las mangualas del poder. Todo eso en una historia que
posiblemente continuará con las otras dos secuelas cinematográficas: “Insurgente”
y “Leal”.
Mi calificación para esta
película es de 4.0 sobre 5.0.
http://fbermudezg.wix.com/cine
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