Ninfomanía – Volumen 1



No tenía muchos ánimos de escribir una reseña sobre esta película, y no piensen mal, no es por el filme en sí mismo sino por lo que lo ha rodeado. Cosas de los críticos de cine, que a veces somos susceptibles.

La nueva película del danés Lars Von Trier vino acompañada de una inmensa expectativa, de mucha publicidad, y como siempre en el caso de Von Trier: de escándalo.

Ninfomanía es la historia de una mujer herida, y abandonada en la calle, quien es rescatada por un señor y llevada a su apartamento. En la residencia del extraño, la mujer le comienza a contar la historia de su adicción al sexo desde que era una adolescente.

El filme –como todos los de Von Trier- es una pintura de contrastes abruptos, y eso se puede notar desde el comienzo cuando una aparente calma es agitada de repente por un torbellino de una música rock estridente. Cosas del director.


No es la primera vez que este realizador danés utiliza los contrastes argumentativos, técnicos y visuales para intimidar al espectador. Ya lo hizo en Dancer in the dark, en Dogville, y por supuesto en Melancolía.

El contraste es el lado fuerte de Von Trier, quien hace más de quince años junto con otros cineastas crearon el movimiento Dogma 95, una especie de club de niños malcriados que trataron –sin éxito- de cambiar la historia del séptimo arte. Hoy nadie habla de este movimiento que buscaba volver el cine una industria más artística y menos comercial; una locura.

Ninfomanía es una película de más de cinco horas, pero, que fue editada para que solo durara unas cuatro horas largas y para que se pudiera ver en dos partes diferentes. Es por esto que ya vimos el Volumen Uno, falta el dos.

Las escenas de sexo son explícitas, aunque no llegan a ser pornográficas, sin embargo, hay una distancia muy grande entre el erotismo y lo que muestra esta película que no es ni eso ni pornografía. El sexo en Ninfomanía es exhibido como un recurso artístico para retar al espectador. Von Trier utiliza este método en todas sus películas, y si usted no sabe eso es probable que usted diga que Ninfomanía es una película erótica –lo cual no es cierto- o que es cuasi pornográfica- lo que tampoco es verdad-.


De otro lado, como ya se ha dicho, en el juego de contrastes, Von Trier utiliza el método de sorprender al espectador, de debilitarlo, de retarlo. Es por esto que en plena narración de las aventuras sexuales de Joe (la protagonista) se hable de Edgar Allan Poe, de Bach, de la pesca, de la secuencia Fibonacci, entre otras cosas serias. Es por esto, porque a Von Trier le encanta crear un sabor dulce-amargo en sus filmes, ni solo dulce, ni solo amargo, sino dulce-amargo para escandalizar.

La película es cine-arte, es cine para artistas, si usted en toda su vida no ha escrito un poema, o a escrito un cuento, o una novela, o una canción, o pintado un cuadro, o en general, si no es un artista, no entenderá la película de Von Trier, es así de sencillo, y dirá que es una aburrida descripción literal de una historia de sexo, lo cual no es verdad, y lo dirá porque usted no es un artista, es un burócrata que no entiende el arte. Las películas de Von Trier solo las entienden y disfrutan los artistas.


Mi calificación para esta película es de 4.5 sobre 5.0.



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