La vida de Adèle (Blue is the warmest color)



Protagonizada por Adèle Exarchopoulos y por Léa Seydoux, esta cinta relata la vida cotidiana de una joven adolescente que de pronto comienza a sentir nuevas sensaciones, y que se empieza a relacionar con su entorno de una forma singular.

La película ganó la Palma de Oro del Festival de Cannes 2013, y ha sido elogiada por muchas personas –entre ellas, Steven Spielberg- y criticada fuertemente por otras. El filme es largo, dura casi 180 minutos, pero lo más impactante de esta película son sus extensas y explícitas escenas de sexo.


Adèle (el personaje central, que se llama igual a la actriz que la interpreta) es una chica común y corriente, es muy bella, está terminando el colegio, y quiere tener experiencias, sobre todo en el campo amoroso. Tiene un novio, pero no se siente a gusto con él, entonces por casualidad conoce en la calle a una muchacha que tiene el pelo teñido de azul. Las dos mujeres entablan una amistad, e inauguran un romance intenso. 


Para mí, es una de las mejores cintas del año que ya pasó; es un extraordinario relato intimista lleno de emociones, de sensaciones, de sentimientos, todo visto desde la óptica de una muchacha que está saliendo de la adolescencia para convertirse en una mujer.

Adèle Exarchopoulos es la protagonista, es una actriz hermosa con mucho talento, y con un futuro bastante prometedor en el séptimo arte. El título de la película es exacto, es preciso, es el retrato de la vida de Adèle. Casi tres horas, donde Exarchopoulos aparece en 178 de los 180 minutos de duración del filme. Al parecer, el director de la película Abdellatif Kechiche, escogió primero a la actriz principal, y con base en ella desarrolló el proyecto cinematográfico. Es que Adèle Exarchopoulos es hermosa, es divina, uno no se cansa de verla en pantalla, como ya han dicho varios críticos.

Junto a ella está Léa Seydoux, una actriz francesa que ya ha participado en anteriores filmes, como Misión Imposible 4,  Adiós a la reina, entre otros. Seydoux también es hermosa, pero, en esta cinta –La vida de Adèle - tiene el deber  de encarnar a una mujer homosexual y con ciertos ademanes de marimacho. No importa, igual se ve divina con ese pelo teñido de azul, y con esos modales cuasi-masculinos.


Las escenas de sexo son largas, intensas, y muy explícitas, casi que pornográficas, sin embargo, el relato de la trama es tan sutil y tan íntimo, que las escenas de sexo solo magnifican las nuevas experiencias de la protagonista. Era necesario hacer esas escenas de esa forma. Era necesario mostrar esa relación, así. Las actrices afirmaron con posterioridad al estreno de la película que el director Abdellatif Kechiche las había sometido a largas jornadas de trabajo, y que la escena de sexo más larga la rodaron durante una semana entera. Tanto Exarchopoulos como Seydoux han afirmado que nunca volverían a trabajar con Abdellatif Kechiche.

La vida de Adèle  – o Blue is the warmest color: su título en inglés- es una excelente película, ofende a los más puritanos, escandaliza a los más hipócritas, pero maravilla a quienes gozan de exquisita sensibilidad. Me encantó. Muchos reirán con esto que he dicho, y pensarán que el morbo es el protagonista del filme; yo creo que no. Si bien es cierto hay desnudos, hay piel, hay sexo, también hay una razón para todo esto, no es gratuito, no es una película porno donde solo hay genitalidad. Aquí también hay razón, pensamientos, emociones, sensaciones, vivencias, y cuerpo.

No alcanzó a ser nominada a los premios Oscar porque fue estrenada una semana después del plazo que se requería para participar en los galardones. Qué lástima, porque muy seguramente hubiera ganado la estatuilla como mejor cinta en idioma extranjero, o diferente al inglés. Sin embargo, esta película ya ganó el festival de cine más importante del mundo, y se ha ganado los corazones de innumerables personas, entre ellas yo.

Mi calificación para esta película es 4.5 sobre 5.0.



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